El secreto de quienes disfrutan de sus finanzas (y vidas) sanas
Imagínate que eres un médico y llega a tu consultorio un adicto a la heroína esquelético, con ojeras pronunciadas, cientos de piquetes en los brazos, ámpulas en la cara y la mirada perdida. ¡Y no viene a verte para recuperarse de su adicción! lo que quiere es que le des una rutina de ejercicio para ganar una maratón. ¿Tú qué le dirías?
Algo similar me sucede en ocasiones cuando me piden asesoría sobre finanzas. No se dan cuenta de que hay una emergencia que deben atender antes como requisito básico, para que sus finanzas se desarrollen.
Por ejemplo, el año pasado le di un par de sesiones de asesoría a una amiga a la que llamaremos Andrea. Le pedí que registrara sus ingresos y egresos durante un mes y que abriera una cuenta en Cetesdirecto (lo cual puede hacerse en línea sin necesidad de ir al banco). A los tres meses de la primera asesoría Andrea seguía sin seguir mis recomendaciones. Cuando le pregunté por qué, me dio varias razones que tal vez te sonarán familiares:
- No tuve tiempo.
- No encontré unos papeles que me pedían.
- Se me olvidó registrar mis gastos durante el día.
- Se me hizo muy difícil.
- Me desanimé porque tengo muchas deudas y siento que nunca las voy a poder pagar sin importar lo que haga.
Tuve que darme un chapuzón más profundo en la vida de Andrea, para entender la raíz de su problema. Y lo que encontré fue lo siguiente:
- Andrea pasa más de tres horas diarias viendo la televisión y Netflix, revisando sus redes sociales y navegando por Internet. Como estudia y trabaja, esas tres horas diarias son el único tiempo libre del que dispone. Por eso no tuvo tiempo de hacer su tarea financiera.
- Andrea tiene mucho desorden en casa, en parte porque “no tiene tiempo” de ordenar, y en parte porque no le gusta deshacerse de cosas. Por eso no encontró los papeles que necesitaba para abrir su cuenta de CetesDirecto.
- Andrea se distrae fácilmente con su teléfono celular y tiene la costumbre de usarlo cada vez que no está haciendo nada. Así se le pasa el tiempo y se olvida de muchas de sus obligaciones, incluyendo la tarea de registrar sus gastos del día.
- La dieta de Andrea es de baja calidad y no hace ejercicio. Consume mucha comida procesada y azúcares. Todo esto ha afectado su atención, concentración y ha impactado su desempeño escolar.
- Andrea tiene poca motivación en general. A menudo sale de compras o come en restaurantes para levantarse el ánimo y esto ha hecho que sus deudas aumenten.
Quizás puedas identificarte con algunas de las cosas que impiden a Andrea mejorar sus finanzas. Aunque, parece que son muchas cosas diferentes, en esencia son una sola: Andrea ha descuidado la salud de su cerebro.
Si lo piensas con detenimiento, todo lo que has logrado y lograrás en tu vida requiere de la “cooperación” de tu cerebro. Así que su salud es de vital importancia. Y entre las cosas que más necesita tu cerebro están las siguientes:
- Comida sana: Evitar alimentos procesados y exceso de azúcares.
- Un cuerpo ejercitado: El mayor beneficio del ejercicio es su influencia protectora y estimulante del cerebro).
- Bienestar socio-emocional: Tener relaciones suficientes y positivas con otras personas: familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc.
- Actividad intelectual: Mantener la mente estimulada con pequeños retos como juegos de mesa, lectura, aprender una habilidad nueva, etc.
- Estar libre de adicciones.
Quiero hacer hincapié en este último punto, porque tiene un impacto descomunal. Cuando se habla de adicciones se suele pensar en sustancias como la heroína, la cocaína, la mariguana, el tabaco, el alcohol. Sin embargo, hay otras cosas altamente adictivas y nocivas que por su consumo generalizado y aceptación social rara vez combatimos. Entre ellas considero a las dos siguientes como las más comunes y peligrosas para el cerebro:
- El azúcar – Además de causar obesidad, diabetes y enfermedades del corazón, el azúcar puede tener efectos muy serios en el cerebro (para ver más da clic aquí). Su consumo causa problemas de memoria y aprendizaje, afecta nuestro estado de ánimo provocando depresión, ansiedad y cambios de humor repentinos, entre otros efectos.
- Las pantallas – La adicción a las pantallas, ya sean de televisión, tabletas, celulares, video juegos y otros dispositivos, es uno de los males modernos más recientes. Está comprobado que afecta el sueño, la postura, los ojos, las relaciones personales, el estado de ánimo, la concentración, la memoria, la atención, etc. Estar conectados puede ser un requisito para nuestro desarrollo laboral, intelectual o social (en tiempos de pandemia) pero pasar demasiado tiempo en el mundo virtual tiene consecuencias muy reales.
Aunque no lo creas, el azúcar y las pantallas generan efectos en el cerebro muy similares a los que sufren los adictos a drogas duras: cada vez necesitas más dosis de azúcar y de pantallas para sentirte satisfecho, sufres cuando no tienes acceso a tu celular y a tu postre, y las cosas cotidianas de la vida dejan de proporcionarte placer.
Hace poco leí a una madre de tres hijos que se quejaba de que la vida de mamá era extremadamente aburrida y por eso ella veía cada vez más televisión. Otras mamás le recomendaban hacer más actividades, salir más con los niños, o simplemente la comprendían: ser mamá de niños pequeños puede ser muy repetitivo y monótono. Sin embargo, mi recomendación para ella es que deje de ver televisión. El problema con las adicciones es que al cambiarte el cerebro, te cuesta trabajo percibir que tus problemas los está generando la adicción y no los elementos de tu vida cotidiana.
Además, debo hablarte de las oportunidades que perdemos mientras estamos perdidos en una pantalla. Hace un par de años me contactó un señor jubilado del IMSS para preguntarme cómo podría mejorar el monto de su pensión, porque no le alcanzaba para sus gastos. Cuando le expliqué que ya no se podía hacer nada pues eso debe planearse antes de la jubilación, el señor dijo algo que se me quedó grabado: “Y pensar en todas las tardes y los fines de semana que pasé viendo partidos de fútbol. Y si un poquito de todo ese tiempo lo hubiera dedicado a investigar sobre mi retiro, no estaría en dificultades ahorita”.
Así es: es difícil para el mundo real competir con la acción que se puede encontrar en una pantalla, y una zanahoria no te dará el mismo deleite de un pastel de fresa… pero el mundo real y la comida real son buenos para tu cerebro, para ti, para tu futuro y el de tu familia. Escapar de la realidad es bueno y agradable de vez en cuando, pero tu escape se convertirá en un infierno si te estacionas ahí.
Como ya describí en mi artículo anterior, el primer paso para tener finanzas sanas es no intentar tener finanzas sanas, sino simplemente estar plenamente convencido de que no puedes seguir viviendo como hasta ahora. De igual forma, el segundo paso no es ahorrar, registrar tus gastos o pagar tus deudas. El segundo paso es cuidar ese valioso cerebro con el que planearás y disfrutarás el resto de tu vida.
Y no te estoy pidiendo algo fácil: los creadores de contenidos digitales trabajan todos los días para apoderarse de tu atención, las industrias de alimentos no descansan en su meta de crear comida que te enganche… el mundo moderno parece estar diseñado para ser el enemigo de tu cerebro.
Sin embargo, si estás plenamente convencido de que no puedes seguir viviendo como hasta ahora, encontrarás la manera: existen un sinfín de libros, videos, artículos y recursos de todo tipo para ayudarte a superar cualquier adicción que esté obstaculizando tu camino. Y aunque tu adicción al azúcar, las redes sociales, o las maratones de películas y series sea socialmente aceptada, por dentro no eres tan diferente a ese heroinómano flaco y enfermo que te presenté al principio de este artículo. Como a él, todo lo que intentes lograr te costará mucho más trabajo mientras tu cerebro esté débil y vulnerable.
Y si no estás plenamente convencido de querer dejar tus “deleites culposos” podrías hacer un pacto contigo mismo: deja tu adicción solamente durante un mes y observa cómo te sientes. Quizás después de ese tiempo ya nunca querrás volver a tu vida anterior.
Con información de Dinero en Imagen.