Por esta razón nunca tomes vino en vaso de plástico

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El material que utilicemos para las copas impactará en la experiencia de sabor.

Disfrutar de un buen vino, no sólo depende de éste en sí, sino del recipiente que elijamos para beberlo, pues al verterlo despertaremos aromas, podremos apreciar su color y ello impactará en nuestra experiencia de sabor.

 

Es por eso que elegir la copa ideal para cada tipo de vino es tan importante –ya sea tinto, blanco o espumoso–así como, el material del que estará hecha.

 

Gabriela Petriz, sommelier de Viñedos La Redonda descartó utilizar vasos o copas de plástico para servir el vino pues no habrá el mismo juego de aromas, colores y se moficará el sabor... a menos que nos encontremos en una alberca, donde este material nos ayudará a evitar accidentes.

 

Son las copas, ese instrumento que ha estado en la mesa desde tiempos remotos, las elegidas para disfrutar del vino, pues su forma y materiales: vidrio o cristal –los más comunes– impactan en la experiencia de beberlo, pero ¿cuál es la diferencia?

 

Las copas de cristal están hechas de un material microporoso que genera adherencia, por lo que 'las piernas' o escurrimientos son más visibles.  Son brillantes y su transparencia es impecable. La capacidad de refracción de este material permite entregarse por completo a la experiencia visual.

 

En cambio, las copas de vidrio son lisas y el vino no tiene tanta adherencia en las paredes del cáliz, por lo que observar el fenómeno antes mencionado será más complicado. Son más gruesas debido a que no contienen plomo, material que influye en que no se conserve la temperatura del vino.

 

"Cuando tenemos una copa de vidrio es más pesada, pero al romperse es más peligrosa porque se rompe en muchos pedacitos", indicó la sommelier de Viñedos La Redonda.

 

Una vez hecha la elección de material, otro factor sumamente importante a considerar es la transparencia, pues al tener algún color –como se usaban en el siglo XIX– impiden apreciar características del vino, como color, nitidez y cuerpo.

 

¿Y LA LIMPIEZA ADECUADA DE LAS COPAS?

Una vez que están en casa las copas ideales, lo recomendable es contar con una esponja especial para su limpieza, pues utilizar la misma con la que se lavan platos, cucharas y cazuelas sería un error, debido a que guarda grasa y olores que pueden contaminar la experiencia de tomar vino.

 

Gabriela Petriz recomendó que la esponja sea 'cero rayas' y se adquiera un cepillo para la limpieza de copas de vino espumoso, cuyo estrecho cáliz dificulta su aseo.

 

Enfatizó que contrario a la creencia de que las copas se deben sólo enjuagar con agua caliente, es preferible lavarlas con agua y jabón neutro, pues al tomar vino mientras se consumen alimentos, la grasa de éstos puede adherirse a la boca de la copa.

 

Una vez limpias, las copas no se deben dejar escurriendo, sino secar con un paño suave, pues de lo contrario aparecerán 'fantasmitas',  marcas de gotas de agua que restarán transparencia.

 

Finalmente, compartió un tip que para evitar que algún residuo de vino tinto permanezca en el fondo de la copa: se colocan algunos balines  y se agitan junto con un chorrito de vodka o ron blanco. Agregó que este procedimiento ayuda a neutralizar olores... e incluso abrillanta las copas.

 

Con información de Excélsior.


 

 

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