Palestinos también vuelven a su hogar; liberan mil 968 reos

Entre los liberados figuran 250 detenidos por motivos de seguridad.

Israel liberó a mil 968 prisioneros palestinos y 22 menores palestinos, además de entregar los cuerpos de 360 muertos, de conformidad con el acuerdo de devolución de los últimos 20 rehenes vivos retenidos por el grupo islamista Hamás.

 

Los mil 968 terroristas fueron liberados de la prisión militar de Ofer, en Cisjordania ocupada, y de la cárcel de Ketziot, en el sur de Israel, hacia la Franja de Gaza.

 

Entre los palestinos liberados en virtud del acuerdo de la tregua negociada por Estados Unidosfiguran 250 detenidos por motivos de seguridad, incluidos condenados a cadena perpetua por matar a israelíes, así como unos mil 700 palestinos arrestados por el ejército israelí en Gaza.

 

ISRAEL DECIDE NO LIBERAR A PRISIONEROS PROMINENTES COMO MARWAN BARGHOUTI

 

También había entre los liberados algunos miembros de Hamás, la Yihad Islámica, Fatah y otras facciones palestinas, pero Israel se negó a liberar a varios prisioneros prominentes, incluido el dirigente de Fatah, Marwan Barghouti.

 

La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina informó que varios de los prisioneros habían sido golpeados por personal de seguridad israelí antes de abordar los autobuses que los trasladaron. El Servicio Penitenciario Israelí dijo a CNN que desconocía tales denuncias y aseguró que no ocurrieron.}

 

Los palestinos liberados, de entre 20 y 60 años, se sintieron abrumados por la alegría al reencontrarse con sus familias, en medio de una marea humana que los acogió tanto en Ramala, en Cisjordaniaocupada, como en Jan Yunis, en Gaza.

 

El convoy de casi 40 autobuses en Ramala era precedido por camionetas con decenas de hombres enmascarados y armados, algunos de los cuales realizaron disparos al aire para celebrar.

 

LA ALEGRÍA Y EL DRAMA DE REGRESAR A CASA

 

Algunos prisioneros hicieron la señal de la victoria y otros tenían dificultades para caminar sin ayuda, pero todos fueron recibidos por una multitud tan numerosa que les costó bajar del autobús que los trajo desde las cárceles israelíes.

 

Algunos de los excarcelados se tambalearon, otros miraron radiantes a su alrededor o se arrodillaron para besar el suelo, llorando. 

 

Luego, a pie, en silla de ruedas o asistidos por miembros de la Cruz Roja, se dirigieron al patio del complejo hospitalario Nasser.

 

La muchedumbre coreó en señal de celebración “Dios es el más grande”. 

 

Las autoridades israelíes habían lanzado panfletos para pedir a las familias de los presos abstenerse de celebraciones masivas.

 

“CONOCERÉ A MI PADRE TRAS 27 AÑOS”

 

En un terreno baldío y arenoso rodeado de cobertizos, cientos de personas esperaban en el patio del complejo hospitalario Nasser, en Cisjordania ocupada, el regreso de sus seres queridos.

 

Allí los recibieron con banderas palestinas, pero también con verdes de Hamás y negras del brazo armado de la Yihad Islámica.

 

Me alegro por la liberación de nuestros hijos, pero aún sentimos dolor por todos los que murieron a causa de la ocupación y por toda la destrucción sufrida en nuestra Gaza”, expresó a Reuters una mujer que pidió ser identificada como Um Ahmed.

 

Para Nur Sufan, de 27 años, la liberación significa ver por primera vez a su papá, Musa, encarcelado unos meses después de su nacimiento.

 

Sufan llegó a Ramala con otros familiares desde la ciudad de Nablus, más al norte, y pasaron la noche en su vehículo esperando la liberación de los presos. “Nunca he visto a mi padre (...) es un momento muy bonito”, dijo a AFP.

 

Al igual que él, muchos llegaron desde todas partes de Cisjordania a pesar de las restricciones de viaje en el territorio palestino y de la petición de las autoridades israelíes de evitar celebraciones.

 

No se permiten recepciones, ni celebraciones, ni reuniones”, dijo Alaa Bani Odeh, quien viajó desde Tammun, en el norte de Cisjordania, para buscar a su hijo de 20 años, encarcelado hace cuatro años.

 

Los prisioneros viven de la esperanza (...) Volver a casa, a nuestra tierra, vale todo el oro del mundo”, dijo Samer al Halabiyeh, uno de los detenidos liberados.

 

Si Dios quiere, prevalecerá la paz y la guerra en Gaza terminará”, añadió al Halabiyeh. “Ahora sólo quiero vivir mi vida”.

 

Varios autobuses con exreos palestinos llegaron también a la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, en medio de vítores de la muchedumbre.

 

Con información de Excélsior.

 


 

 

 

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