Bolivia elige presidente con Morales como favorito indiscutido para un tercer mandato

Transcurridas las 8 horas pautadas por ley, los comicios, que implicaron a poco menos de 6,3 millones de electores, cerraron hacia las 16.00 horas.

LA PAZ (Reuters) - Bolivia votó el domingo en unas elecciones presidenciales que prometen un contundente triunfo para el mandatario Evo Morales, un ex sindicalista cocalero que busca consolidar los planes sociales y aumentar el rol del Estado en la economía para prolongar la bonanza que llevó la pobreza a mínimos históricos.

 

Con el impulso de sus nueve años de "socialismo originario", las encuestas le dan al carismático Morales una ventaja de 40 puntos sobre su escolta para un tercer mandato consecutivo, en el que analistas esperan que siga la prudencia fiscal pero con una mayor apertura al sector privado y la inversión extranjera.

 

Desde las cumbres andinas a la selva amazónica, poco más de 6 millones de bolivianos estaban convocados a las urnas a emitir su voto obligatorio, en medio de una nutrida presencia policial.

 

"Yo (voté) por el presidente Morales. No quiero que volvamos al pasado con esos candidatos de derecha", dijo Flavia Núñez, una oficinista de 50 años.

 

Morales, un indígena aimara de 54 años que gobierna un país donde los pueblos originarios son la mayoría de la población y que durante décadas fue sacudido por inestabilidad política, ha recuperado recursos para el Estado nacionalizando empresas en sectores clave como hidrocarburos, minería y telecomunicaciones.

 

Manteniendo la disciplina en las cuentas públicas en medio del auge en los precios del gas que exporta la nación, logró aumentar el gasto público, construir escuelas, carreteras y financiar planes sociales que ayudaron a bajar la pobreza en más de 15 puntos porcentuales, ganando una gran base de apoyo.

 

Aunque Morales con su discurso revolucionario llevó a Bolivia al club de países "antiimperialistas" que en la última década ha desafiado la influencia de Washington, se ganó al mismo tiempo los elogios de Wall Street por su manejo macroeconómico, que llevó al país a crecer a un promedio anual superior al 5 por ciento desde que asumió en el 2006.

 

Desde un centro de votación en la tropical zona selvática de El Chapare, donde cultivó hojas de coca de joven, Morales lanzó el domingo críticas a sus opositores y llamó a los bolivianos a sufragar. "Vengo como uno más de los ciudadanos, hermanos y hermanas, a votar", sostuvo.

 

Las elecciones se llevaban a cabo en el día que se conmemora el descubrimiento de América, una fecha que fue rebautizada por Morales como el "Día de la Descolonización".

 

Las urnas cerraron a las 16.00 hora local (2000 GMT), y por primera vez la numerosa comunidad de emigrantes bolivianos pudo sufragar. Medios locales anunciaron sondeos a boca de urna para las 18.00 hora local.

Morales dijo que el Tribunal Supremo Electoral difundirá las primeras cifras oficiales a las 20.00 hora local.

 

Para evitar una segunda vuelta, el presidente tiene que obtener el 50 por ciento de los votos válidos o un 40 por ciento con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre su escolta. Las encuestas dicen que Morales llegó a las elecciones con un aplastante 60 por ciento de las preferencias.

 

"Que Evo siga haciendo lo que está haciendo. Antes había mucha discriminación, mucha humillación, mucho racismo. Hoy en día eso ha cambiado", dijo Florinda Mamami, una vendedora de 34 años vestida de cholita, en la aldea rural de Achocalla, cerca de la capital.

RETOS

El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales aspira a revalidar también su absoluto dominio del poder legislativo favorecido por la fragmentación del voto opositor, después de que sus adversarios fueran incapaces de sellar una alianza para enfrentar la supremacía política y financiera del oficialismo.

 

Los rivales de Morales lo acusan de usar el poder para controlar a la justicia y violar la Constitución, que sólo permite a los presidentes dos mandatos consecutivos.

 

Pero el año pasado la Corte Suprema decretó que su período 2006-2009 no debería ser contado como primer término porque fue anterior a la adopción de la nueva Constitución, algo que enfureció a sus opositores.

El magnate cementero Samuel Doria Medina, en un lejano segundo lugar en las encuestas, busca por tercera vez desbancar al mandatario en las urnas después de una campaña en la que cargó contra lo que asegura es una situación de corrupción y clientelismo en la administración pública.

 

"Las encuestas tienen un error de 33 por ciento, por eso estamos con mucho optimismo. Este va a ser un día histórico", dijo Doria Medina tras sufragar en el sur de La Paz.

 

Morales, que asumió en el 2006 como el primer presidente indígena de Sudamérica, aún tiene muchos retos pendientes si gana un nuevo mandato de cinco años hasta el 2020, que ha prometido sería el último.

 

El país sigue dependiendo casi exclusivamente de las exportaciones de gas y no ha logrado un avanzar en una industrialización sostenida, el combate contra el narcotráfico se hace cada vez más difícil en el tercer mayor productor mundial de cocaína, y las protestas laborales -desde médicos a mineros- se multiplican en las calles.

Tags: elecciones,

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