El drama 10 dias después del terremoto

---

Sin pertenencias permanecen aún los más de 250 mil mexicanos que resultaron afectados por el temblor del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México, pues a diez días del sismo, muchos no han podido ingresar a sus casas para recuperar sus cosas.

 

Fotografías, objetos con valor sentimental, muebles, pero sobre todo actas de nacimiento, escrituras de sus viviendas y papeles oficiales, permanecen dentro de edificios en riesgo de derrumbarse o simplemente quedaron bajo escombros que están siendo removidos.

 

Cientos o miles de mexicanos en una etapa de duelo, se han enfrentado al dolor de sentirse vulnerables al prácticamente perder su identidad, pero sobre todo de perder a sus familiares, a quienes muchos no reconocen más que por la ropa que llevaban puesta, negándose a certificar su identidad, con el riesgo de que los cuerpos pasen a la morgue.

 

Quienes se encontraban en los edificios que colapsaron durante la sacudida y lograron salvarse, ahora enfrentan otro tipo de problemáticas como el miedo, el trauma y hasta el coraje por la situación en la que hoy se encuentran.

 

En tanto, a quienes salieron de edificios o multifamiliares que no se cayeron, pero que resultaron dañados en su infraestructura, no se les ha permitido ingresar a los inmuebles por el riesgo que se derrumben, provocando molestias por la incertidumbre.

 

Quienes tienen problemas psicológicos son atendidos con terapias por el Gobierno de la Ciudad de México, sin embargo nadie podrá devolverles la tranquilidad y recuperar lo que perdieron.

 

Personas durmiendo en la calle, otros en albergues temporales improvisados y muchos más que huyeron a otras entidades, se enfrentan al temor de volver a ser víctimas de otro terremoto que acabe por completo con los inmuebles que no se derrumbaron pero que quedaron dañados.

 

Lo mismo ocurre en los Estados de Puebla, Morelos, Oaxaca y Chiapas. Éste es el rostro de un México afectado que vive una etapa de duelo, pero que se enfrenta al temor de volver a sufrir lo que en días pasados los aterrorizó.