¿Tendrán futuro los móviles plegables?
Los móviles plegables son una realidad, si bien no todos los fabricantes han apostado por ellos. De hecho, solo Samsung, Huawei y Motorola tienen dispositivos que son capaces de plegarse. El resto, o bien no se ha manifestado al respecto tal, como es el caso de Apple y es habitual en ellos, o bien no tienen interés o medios para poder desarrollar esta tecnología. Ahora bien, ¿qué aporta al usuario un móvil plegable? ¿Tienen sentido que se desarrollen estos dispositivos?.
Pantallas que se pliegan, desafiando leyes
Parece increíble que algo tan rígido, y frágil a la vez, como una pantalla de cristal pueda llegar a doblarse sin sufrir daños aparentes. Y si esto ocurre es porque los equipos de I+D se han puesto manos a la obra y a trabajar para hacerlo posible. Pero para el usuario puede ser algo difícil de entender. Está acostumbrado a tratar con un material de tacto duro, que no admite demasiada torsión y que ante los impactos sufre demasiado. De hecho, el negocio de reparación de pantallas móviles funciona siempre a pleno rendimiento.
Para dar respuesta a este enigma de las pantallas plegables debemos aclarar un aspecto. En estos casos, las pantallas de cristal plegables son muy finas, de hecho, hablamos de micrones. Esto posibilita que, al hacerse tan delgadas, puedan doblarse sin daños aparentes. Por otro lado, quien haya manipulado una pantalla de este tipo, o posea un dispositivo de estas características, apreciará que tiene un tacto que no es el del cristal. Sí, es como tocar plástico. Efectivamente, estos paneles se recubren de un polímero que evita los daños. Los paneles son cristales que se rayan solo con mirarse. Si algo ha de ser plegable debe ofrecer poca resistencia. Además, la zona de pliegue del dispositivo es el talón de Aquiles. Con el tiempo y debido a las aperturas y cierres, en esta zona aparecen grietas, que además de ser visibles, se aprecian al tacto. La física hace de las suyas en este sentido.
¿Serán tendencia los móviles plegables?
El mundo tecnológico ha ido ofreciendo cada vez pantallas más grandes, de hecho, es bastante habitual que se pase de 6 pulgadas de media. Esto tiene un sentido lógico, cada vez utilizamos el teléfono para más cosas y necesitamos que haya espacio suficiente. Las pantallas plegables pueden tener efectivamente algo de futuro. Disfrutar de un panel de tamaño generoso que posteriormente pueda convertirse en un dispositivo más pequeño, tiene pleno sentido.
Sin embargo, existe un hándicap que no es otro que el factor precio. Aunque los dispositivos móviles de gama alta ya tienen 4 cifras de precio, estos teléfonos no son precisamente económicos. Por tanto, no son accesibles para gran parte del mercado de usuarios. Quizás el desarrollo de esta tecnología permitiría el abaratamiento de los precios en un futuro.
Otro factor que no corre precisamente a su favor es el de la escasa resistencia de estos dispositivos a un uso intenso. En caso de avería del panel, la reparación es de un importe elevado, contándose además con el inconveniente de no poder realizarse el arreglo en cualquier lugar. Los servicios técnicos deberían actualizar sus conocimientos para ello, con el coste en tiempo y dinero que llevaría. Estaría además por ver la integridad de esta reparación, dado lo delicado de todo el proceso.
Por otro lado, la situación de pandemia parece querer jugar en contra del despegue de estos dispositivos. El teletrabajo ha tenido un gran impulso tras la situación de confinamiento, y a la hora de trabajar desde casa, el usuario prefiere hacerlo desde un equipo fijo. Quizás ese sentido de operatividad en cualquier lugar deje de tener tanto sentido.
Con información de Muy Interesante.
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