Echarle salsa a tus tacos ayudará a los migrantes mexicanos en EU
Imagina esto: te dispones a cenar unas deliciosas quesadillas, pero cuando abres el refrigerador descubres que ¡no hay salsa! El pánico te ataca y corres a la tienda más cercana en busca de la salvación, y es que ¿quién se come una quesadilla sin salsa?
Los mexicanos hemos creado una necesidad por las salsas. Éstas forman parte de nuestra identidad y en muchas ocasiones son muestra de nuestra valentía y resistencia. ¿Cuántas veces no has probado la salsa más picosa solo porque los demás te han retado?
Las salsas están en medio de las comidas familiares, en los primeros desayunos con la pareja y en los tacos que compartimos en las noches con amigos. Pero hay situaciones que sufren los mexicanos que son mucho peores que no tener salsa en el refrigerador.
Según una investigación del U. S. Bureau of Labor Statistics, hay 15 millones 324,000 mexicanos que trabajan en Estados Unidos, de los cuales 24 por ciento no tienen visa. Esto significa que hay millones de mexicanos que viven en vulnerabilidad y con miedo a ser deportados y alejados de sus familias; mexicanos que por ser migrantes no pueden recibir atención médica cuando la necesitan y miles de niños que se quedan sin estudiar porque creen que la escuela puede deportarlos.
Desde enero de 2017 la vida de los migrantes mexicanos se ha tornado complicada: deportaciones masivas, vigilancia extrema a inmigrantes, derogación de leyes que protegen a jóvenes inmigrantes por medio del programa DACA y la constante amenaza de construir un muro fronterizo.
Hasta noviembre de 2017 había 142,390 mexicanos en proceso de deportación en Estados Unidos, esta es la cifra más alta en la historia. Son miles de mexicanos que ahora viven angustiados, pues no saben si podrán quedarse en la nación en la que ya formaron una familia o si se verán obligados a regresar a un país del que huyeron arriesgando su vida por falta de oportunidades.
Claramente para muchos mexicanos, la salsa que corona sus alimentos ha pasado a segundo término, pues deben de esconder su identidad y luchar contra actos de discriminación que carecen por completo de humanidad.
Los mexicanos que somos afortunados, tenemos un compromiso social ineludible con nuestros paisanos en esta situación de vulnerabilidad. Es así como una de las marcas mexicanas por tradición en la que por años hemos confiado buena parte de nuestra alimentación, Herdez, une esfuerzos de manera solidaria con la organización LUPE (La Unión del Pueblo Entero), la cual desde hace ya muchos años lucha por los derechos de quienes tienen miedo a volver a un país que antes de su partida no les dio oportunidades. Fundada por los líderes agrícolas César Chavez y Dolores Huerta, LUPE es una organización que aboga por soluciones equitativas a las problemáticas de la comunidad inmigrante de escasos recursos para acabar con el racismo y la xenofobia que agobia a la comunidad mexicana.
La campaña Good Salsas Herdez propone donar un porcentaje de las ventas obtenidas en México, del 16 de abril al 27 de mayo de 2018, en sus presentaciones de Salsas Herdez. La idea es que, con lo recolectado, la organización LUPE pueda continuar con sus esfuerzos de apoyo en salud, educación y legalidad para que cada vez sean menos los mexicanos que sufren discriminación, inseguridad y miedo en el vecino país del norte.
Con tu ayuda, muchas personas recibirán clases de inglés, un seguro de vida, asesoría legal especializada en migración, ayuda en trámites de documentos, orientación para tener acceso a educación y asesoría para consulta de médicos y abogados. Lo único que tienes que hacer es comprar tus salsas Herdez favoritas.
Con información de Animal Político.
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