La historia del hombre que compró nuestro satélite

En 1954 Jenaro Gajardo Vega demostró haber comprado la Luna.

Un día, un hombre se proclamó dueño de la Luna y, con un papel en mano, intentó demostrar que el satélite le pertenecía o al menos así fue hasta el día de su muerte, cuando dejó escrito en su testamento que el satélite debía pasar a manos del pueblo chileno.

 

¿Quién es el dueño de la Luna?

 

Realmente, la Luna no tiene dueño. Sin embargo, un día de 1954, un abogado y poeta chileno llamado Jenaro Gajardo Vega se autodenominó dueño de la Luna, después de que salió orgulloso de una notaría ubicada en Talca, en el centro de Chile, con un documento que lo acreditaba como poseedor del satélite natural.

 

Esta constancia era únicamente un papel firmado donde se podía leer lo siguiente:

 

"Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño, desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475,00 kilómetros, denominada LUNA".

 

¿Cómo fue que Jenaro Gajardo Vega compró la Luna?

 

De acuerdo con las palabras del propio Jenaro Gajardo Vega, pudo "adquirir" la Luna al cumplir con los trámites legales que exigía el artículo 58 del Conservador de Bienes Raíces de su país, el cual establecía que debía anunciar sus intenciones de forma pública y esperar a que nadie presentara reclamaciones en un plazo de 30 días.

 

Por lo anterior, Gajardo aseguró que publicó en el diario La Mañana sus intenciones de poseer la Luna, para saber si alguien se oponía a su decisión. Debido a que nadie reclamó la propiedad del satélite, el abogado decidió acudir al notario para registrarlo a su nombre, tal como constaba en el documento emitido por la notaría.

 

Sin embargo, años después de la inscripción notarial, el diario La Mañana negó haber publicado el aviso que señalaba Gajardo, y fue la misma redacción la que platicó con los Conservadores de Bienes Raíces para descubrir que la compra y el registro de la Luna fueron jurídicamente imposibles.

 

En una entrevista que Gajardo ofreció al diario estadounidense The Evening Independent en 1969, declaró que decidió adquirir la Luna para entrar a una asociación local: el Club Social de Talca, que entre sus reglas establecía que sus miembros debían demostrar que poseían algún bien.

 

Aunque esta versión difiere un poco de lo que el abogado chileno dijo para un medio local, donde aseguró que decidió "comprar" la Luna para dar notoriedad a una asociación que él mismo había creado. Esta asociación pretendía formar una especie de comité de bienvenida para los primeros extraterrestres que llegaran al país.

 

¿Alguien más ha intentado comprar la Luna?

 

Sí, por extraño que parezca, más de una persona ha intentado comprar la Luna. Incluso, un hombre estadounidense llamado Dennis Hope se dedicó a vender parcelas ubicadas en ese satélite, Marte, Mercurio y otros planetas.

 

Este hombre registró su negocio como Embajador Lunar, y se dedicó a vender superficies con precios que iban desde los 34 hasta 1,000 dólares, por los que entregaba un supuesto certificado de propiedad.

 

¿La Luna se puede comprar?

 

No, la Luna no se puede comprar. Según lo dicho al portal de noticias WHY por Claire Finkelstein, profesora de derecho de la Universidad de Pensilvania, el satélite natural no puede ser vendido ni adquirido por nadie.

 

Incluso, el Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967, que fue firmado por 129 naciones y supervisado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre, establece que tanto la Luna como los demás cuerpos celestes no son sujetos de apropiación por reclamo de soberanía, por medio de uso, ocupación ni por ningún otro medio.

 

Te invitamos a ver el siguiente video, en él te contamos sobre el túnel ubicado en el subsuelo de la luna:

 

Con información de Excélsior.

 


 

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